6 hacks empresariales para incrementar tu productividad
Todas las personas que dirigen o tienen un rol de liderazgo en una empresa desean aumentar su productividad y eficiencia. Para ello, hay pequeños “atajos” que permiten hacer una inversión pequeña –de tiempo, energía u otros recursos– pero que tendrá resultados significativos. En este blog, analizaremos 6 atajos que pueden aumentar tu productividad, ayudarte a administrar mejor tu tiempo y a utilizar correctamente tus recursos.
1. Establece una rutina matutina: suele decirse que construyes o destruyes tu vida entre las 5 y las 7 de la mañana. Una rutina matutina puede ayudarte a comenzar el día con el pie derecho y marcar la pauta para el resto del día. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que los días no comienzan en cuanto despertamos, sino antes de dormirnos. Para ayudarte a concentrarte y despejar tus pensamientos para el día siguiente, intenta levantarte a la misma hora todos los días, hacer ejercicio o escribir un diario.
2. Concéntrate en tareas de alto valor: como líder, probablemente tengas una lista de tareas pendientes bastante grande. Concentrarte primero en las actividades que tendrán el mayor impacto –aunque sean las más laboriosas– te permite aprovechar al máximo tu tiempo. Empezar por lo difícil es la mejor forma de administrar nuestra energía y garantizar que realicemos nuestros pendientes en tiempo y forma.
3. Automatiza: puedes ser más eficiente y ahorrar tiempo utilizando herramientas de automatización, como nuestra plataforma empresarial todo en uno. Centralizar tus finanzas en un solo lugar permite que lo que tomaría 2, 3 o más personas pueda ser realizado por 1 de forma automática, evitando caer en alguno de los 8 grandes desperdicios, como lo es el tiempo de espera o el exceso de procesos.
4. Aprende a delegar: no puedes manejar todo tú mismo/a. Mientras antes se hagan las paces con este hecho, más productivos y efectivos nos volvemos. Reconocer nuestra capacidad de producción, establecer límites realistas con base en ella, delegar y confiar en nuestro equipo aquello que se sale de nuestras manos es la forma más eficaz de garantizar que se haga todo lo que se tiene que hacer. Sobrecargarnos de actividades puede resultar contraproducente a la larga, derivando incluso en un burnout
5. Anticipa tantas tareas como sea posible: tu yo del futuro te lo agradecerá. Hay momentos en los que tenemos tiempo libre y es fácil desperdiciarlo en actividades poco productivas. Cuando lo usamos sabiamente, podemos liberar pendientes para los que falta mucho tiempo y así evitar estresarnos más adelante. ¿Sabías que incluso puedes obtener mejores precios con tus proveedores cuando anticipas el pago de sus facturas? Con esto en mente, diseñamos el Crédito FLEX: paga todas tus facturas y difiérelas hasta 12 meses fácilmente. Evita comprometer tu operación y garantiza que en el futuro tu empresa siga operando.
6. Acepta el fracaso: Dado que una parte inseparable de la actividad empresarial es cometer errores, es crucial aceptar el fracaso como una oportunidad de aprendizaje. Prueba cosas nuevas, toma riesgos y prepárate para fallar. Utiliza los fracasos como una forma de aprender y mejorar tu estrategia; nadie nace sabiendo, por lo que no hay razón para desanimarnos cuando algo no nos sale a la perfección en el primer, segundo o incluso el tercer intento.
En conclusión, siempre es posible desarrollar nuevos hábitos que nos permitan ser un poco más productivos y eficientes. Basándose en esta realidad es que se crearon metodologías como la famosa “mejora continua”: ser constantes en nuestro esfuerzo, aunque éste sea poco, definitivamente nos llevará lejos. Existe una analogía que compara el hacer cambios pequeños con realizar el ajuste mínimo en la trayectoria de un barco. Puede que al principio parezca que el barco va hacia su destino, pero que muchos kilómetros adelante, se de cuenta de que llegó a un lugar totalmente diferente. De la misma manera, mejorar poco a poco nuestros hábitos puede cambiar por completo nuestros resultados.